Autoridades creen que están los votos para sancionar el proyecto.
El Senado podría ponerle fin el próximo miércoles a la nueva novela de otoño que eligió protagonizar el cuerpo: el proyecto de ficha limpia. Tras meses de idas y vueltas con los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, la Cámara alta se encamina a discutir en el recinto la iniciativa que imposibilitaría una candidatura de Cristina Kirchner a un cargo nacional.
Se realizará tras casi tres meses de estar cajoneado por decisión estrictamente de La Libertad Avanza (LLA). El principal motivo de la bancada, por orden directa de la Casa Rosada, es no otorgarle un triunfo a la candidata a legisladora porteña del PRO y diputada nacional Silvia Lospennato, una de las impulsoras del mencionado proyecto. En la reunión de Labor Parlamentaria que se realizó el pasado 22 de abril, el senador y jefe de bloque de LLA, Ezequiel Atauche, había pedido no sumar el proyecto al temario de la sesión en la que se homenajeó al papa Francisco, ni tampoco dividir en dos sesiones a realizarse ese mismo día.
Atauche tuvo esa tarde una lapsus de sinceridad ante los legisladores dialoguistas, al sostener que el Gobierno no quería tratarlo esa semana ni el 7 de mayo, ante la mirada atónita de los presentes.
Eso confirmó la teoría de varios senadores que ponían en duda las verdaderas ganas del Poder Ejecutivo de darle sanción definitiva al proyecto. Esa reacción del legislador de Jujuy colisionó contra los deseos del PRO. La postura no tardó en llegar a los oídos de Lospennato, que interrogó sobre cual fiscal federal al libertario, en un canal de televisión. Atauche salió en vivo para desmentir la información, que fue corroborada y publicada por la agencia NA con tres fuentes, anteriormente en distintas horas. La misma acción había ejecutado Lospennato pocos días atrás contra los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano, en otro canal. Carambia se despachó con un video en el que contaba que, en realidad, fue el propio José Rolandi, funcionario del oficialismo, el que había “rosqueado” contra el proyecto para suspender su tratamiento el pasado 9 de abril. Detrás de estas operaciones cruzadas está la campaña porteña y, con toda lógica, el oficialismo nacional no está dispuesto a darle un triunfo a Lospennato, cuya cara aparece en toda la ciudad de Buenos Aires con la iniciativa como tema de campaña para la Legislatura.
Por esta razón se ve como un error la sesión especial que pidieron los libertarios horas después del rechazo a Lijo y a García-Mansilla. El espacio utilizó el proyecto para presionar al kirchnerismo, pero quedó enredado en su propia jugada. Ahora debe buscar alternativas para salir de la encerrona en la que se metió solo. Si bien será difícil, siempre puede haber algún senador dispuesto a pegar el faltazo o perderse entre los recovecos del Palacio. También podrían solicitar modificaciones a la iniciativa y así estirar su sanción definitiva, ya que debería volver en ese caso a la Cámara de Diputados, lugar donde el oficialismo se siente un poco más cómodo.