A una semana de la inauguración del Mercado de Ex-Vía, los puesteros reportar un crecimiento en el número de clientes en contraste con las semanas anteriores. De todas formas, remarcaron que la situación económica general del país sigue complicando las ventas.
El interés de los vecinos, de los seis barrios que rodean el nuevo predio, se evidenció este fin de semana cuando se llenó de visitantes. Es que el nuevo edificio, con sus amplios espacios, ya es tomado como un minishopping porque se puede pasear, tomar unos mates y ahorrar unos buenos pesos entre los diversos rubros que componen la oferta.
Uno de los referentes de los puesteros, Omar Vallejos, destacó que hay altas expectativas entre los vendedores. “Había mucha gente que tenía miedo de ingresar cuando estábamos en la carpa. Ahora se está sumando más personas, aunque las ventas vienen tranquilas por la situación general del país”, brindó un panorama.
Vallejos destacó que en línea general la mayoría de los comerciantes bajó sus precios para convocar a más clientes. “Estamos pensando en largar una promoción de 200 ofertas en un plazo no mayor a 15 días. Con que cada puesto se comprometa con dos o tres descuentos en sus productos se podrá llegar al objetivo”, adelantó el hombre a cargo del Puesto 2, de artículos informáticos.
“En la carpa nadie quería entrar porque estábamos todos encimados, pero desde que abrieron las instalaciones mejoró un 100% la concurrencia. El domingo fue el día que más se notó el público”, dijeron Liliana y Diego de un local ubicado en el primer piso.
Las instalaciones también ayudaron a sumar nuevos interesados. “Incluso nos encontramos con gente que creía que todo es nuevo y no tenían idea de la historia del incendio y de que antes estábamos en la carpa”, acotaron.
“Las transacciones comerciales mejoraron bastante. Sobre todo porque hay vecinos que están entrando a conocer el predio, lo tomaron como un minishopping”, dijo Wilfredo de los puestos 8, 9, 10, y 11.
Por su parte, Juan Prieto, del puesto 81, analizó que aparecen muchos interesados en visitar los locales y sobre todo conocer el lugar, es decir que por ahora el espacio atrae por lo novedoso. “Nos encontramos un poco mejor en contraste con la situación que vivíamos en la carpa”, dijo.
Desde el puesto de la reconocida feriante, Norma Zabala, comentaron que están esperando a que lleguen los días de cobro para sentir la afluencia mayoritaria del público. “Hay mucha curiosidad por el edificio. De igual manera se evidencia la complicada economía de las familias en un contexto de recesión”, sostuvieron.
Los puesteros coincidieron en que ahora se sienten más seguros y al abrigo de las condiciones climáticas. Y especialmente, tienen más a resguardo las mercaderías.
Un dato a destacar es que la totalidad de los puestos todavía no están disponibles. Sobre todo en la planta alta, aún quedan algunos comercios por terminar detalles en su presentación.
Vale recordar que el miércoles pasado el gobernador Gustavo Valdés inauguró el nuevo predio tras seis años de espera. Antes, los vendedores residían en un galpón que fue destruido por un incendio en diciembre de 2018.
